lunes, 14 de diciembre de 2009

EL CANASTO MAS GRANDE DE SANTA BARBARA



El canasto más grande del mundo

Hoy hace un año se celebraron las fiestas en honor a Santa Bárbara, y como una nota curiosa y de alto contenido cultural, fue expuesto al público el canasto más grande del mundo, tejido por barbareños.He aquí la nota publicada por el almanaque Escuela Para Todos 2008.Ni el cansancio, ni el dolor de espalda, ni las manos ampolladas importaron. Tampoco importaron los tropiezos. Lo importante era realizar un sueño.Ese sueño nació en Santa Bárbara, un cantón de la provincia de Heredia, en Costa Rica donde recolectar café es una tradición que se pierde en el tiempo.

Un jueves por la noche, cada uno en su hogar don Omar y don Juan pensaban que debían hacer algo para rescatar las tradiciones del pueblo. A Juan se le ocurrió hacer un canasto grande, de esos que se usan para recolectar café. Al día siguiente, le contó la idea a don Omar. Este se entusiasmó muchísimo. Sintió que no era casualidad que los dos hubieran estado pensando en hacer algo que representara en alguna forma las costumbres de su pueblo y del país en general. Alegre le dijo que si, pero que tenía que ser el canasto más grande del mundo. A los días, don Enrique también gustó de la idea, y entró con sus dos amigos al proyecto. Lo primero que tenían que conseguir era el bejuco conocido como "cucharilla". Escribieron una carta al administrador de la Hacienda las Marías, contándole la idea. El señor los apoyó y les dió el permiso. Ahora lo que les faltaba era un lugar muy grande para poder hacer el canasto, pues nada hacían con el bejuco sino tenían donde tejerlo. Preguntando y pensando, llegaron a la conclusión que el mejor lugar era el galerón del beneficio de café Santa Bárbara, que en esos momentos no estaba trabajando. Hicieron la carta y los dueños del beneficio también se entusiasmaron. Don Omar no hizo planos ni dibujos. Todo lo tenía en su cabeza. Además, era el que más sabía del arte de alistar y de tejer con bejuco. Don Juan también tenía experiencia.
Sin embargo, prefirió que don Omar lo guiará. Y don Enrique tenía todas las ganas de aprender, pues nunca había tejido.De la hacienda sacaron alrededor de tres toneladas de bejuco. Lo llevaron al beneficio. ¡Y manos a la obra! Empezaron tejiendo el fondo del canasto. Y lo que les costó más y estuvieron casi tres días de rodillas para lograrlo, fue pasar de esa parte del fondo a tejer la parte vertical, para así poder parar los parales. También fue muy cansado hacer la envoltura del gollete o borde que tiene casi 800 vueltas.Mucha gente no les creyó.
A otros les pareció una gran idea. Pero ya para esas alturas, cuando vieron que el canasto iba agarrando forma, amigos, gente del pueblo y hasta personas de otros lugares, sólo hablaban del canasto que tenía que estar listo para la Fiesta de Santa Bárbara, que se celebra todos los 4 de diciembre. Y dicho y hecho. Escoltados por policías de tránsito, sirenas y aplausos, llevaron el gran canasto al parque frente a la iglesia. Todo fue fiesta y alegría.
Allí los esperaba todo el pueblo con música tocada por la cimarrona, que es una banda popular, y también las mascaradas. Don Omar, don Juan y don Enrique estaban satisfechos.
Allí estaba su sueño hecho una realidad.

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